Los taxistas, dentro de su labor social, se encuentran expuestos constantemente a un sinnúmero de factores externos y variables sociales, económicas, políticas, y hasta tecnológicas, que impactan positiva o negativamente su operación. Esto se debe a su rol protagónico y fundamental en la vida de miles de colombianos que, día a día, hacen uso de este servicio de transporte y tienen contacto directo con ellos.
Dado lo anterior, es posible comenzar a dimensionar los desafíos a los que se ven enfrentados tanto los conductores como los propietarios de los taxis, puesto que, los cambios en el contexto global, del país, o de sus ciudades respectivas específicamente, tienen repercusiones que impactan su trabajo y las condiciones del mismo.
Entre los principales retos que enfrentan los taxistas actualmente, se encuentran:
- Regulación gubernamental: al estar sujetos a las normativas dictadas por el gobierno, los taxistas deben estar en una actualización constante que evite las irregularidades en la prestación de su servicio. Adicionalmente, las decisiones de los diferentes sectores económicos, como el del combustible, afectan considerablemente las condiciones laborales de los vehículos tipo taxi.
- Desarrollo tecnológico: el crecimiento acelerado del campo de la tecnología, ha transformado la manera en que se relacionan los usuarios con los servicios de transporte. Por este motivo, los taxis han tenido que avanzar conforme a las actualizaciones del mercado, para no caer en la obsolescencia en un medio que se ha digitalizado.
- Seguridad: la seguridad afecta a los taxistas en dos frentes importantes. Por una parte, está la permanente exposición que tienen en las calles de la ciudad, enfrentando horarios y condiciones críticas; y por el otro, se encuentra la preocupación de los usuarios que demandan garantías de seguridad a la hora de utilizar el servicio de transporte.
- Competencia: la aparición de diferentes plataformas móviles de transporte, ha llevado al negocio de los taxis a enfrentar una situación decreciente en el mercado. Pues ahora, se ven obligados a competir con conductores ilegales no regulados, mientras continúan rigiéndose a las normativas gubernamentales.